Niños

Tips que te ayudaran a mantener un buen control sobre la dermatitis atópica

Una vez que tu hijo tenga el diagnóstico de dermatitis atópica, es muy importante prestar atención a todas las recomendaciones que el dermatólogo te hará en relación al cuidado de la piel que se debe tener en esta enfermedad. 

De inicio resultará un poco confuso, difícil, incluso parecerá imposible, pero te aseguro que con una adecuada asesoría, un buen tratamiento y algunos tips, los brotes de la enfermedad serán más breves y llevaderos.

Humecta su piel por lo menos dos veces al día

Tu dermatólogo te explicará el tipo de humectantes (emolientes) que deberás utilizar, sin embargo, es muy importante la frecuencia en que los apliques. Se recomienda que sean aplicados dos a tres veces al día, incluso cada vez que tu hijo refiera comezón.

Intenta identificar factores desencadenantes que empeoren su problema de la piel

Algunos factores que pueden empeorar la enfermedad son el sudor, el estrés, la obesidad, los jabones, los detergentes y el polvo. Los bebés y niños pueden empeorar al consumir determinados alimentos como huevo, leche de vaca, soya y trigo. Trata de evitar la exposición a los desencadenantes que identifiques y coméntaselos a tu dermatólogo.

Baños cortos

Limita los baños a 10 o 15 minutos. Utiliza agua tibia en lugar de caliente.

Usa jabones suaves

Existen aceites de ducha y sustitutos de jabón sin detergente (syndets) que son muy gentiles al momento de limpiar la piel sensible. Evita jabones perfumados, exfoliantes o esponjas de baño. Seca su piel con una toalla suave a manera de delicados golpecitos sin tallar la piel.

Sé gentil con su piel

Recuerda que una piel sensible debe ser cuidada lo mejor posible.

¡Si tienes dudas o necesitas más orientación sobre cómo cuidar la piel de tu hijo con dermatitis atópica no dudes en agendar una consulta para resolver todas tus preguntas!

¡Mi hijo tiene piel delicada! ¿Por qué?

Anteriormente habíamos hablado sobre los datos que nos hacen sospechar sobre una piel delicada. Sin embargo, existen muchas enfermedades que pueden manifestarse con sensibilidad en la piel.

En esta ocasión hablaremos de la dermatitis atópica ya que es una condición mucho muy frecuente en los niños de la cual poco se conoce sobre sus causas y formas de presentación. 

La dermatitis atópica es una enfermedad crónica e inflamatoria de la piel que es muy frecuente en niños, pero puede manifestarse a cualquier edad. Se caracteriza por presentarse en brotes, esto quiere decir que existen periodos en los que los síntomas están presentes y otros en los que no hay datos de enfermedad. Tiene un origen multifactorial, esto quiere decir que son muchos los factores que intervienen en la aparición de esta.

Genética: Se ha demostrado una fuerte asociación entre la dermatitis atópica, el asma y la rinitis alérgica. Si uno de los padres o los dos padece o padeció una de estas enfermedades, existe la probabilidad de que sus hijos padezcan dermatitis atópica. El riesgo aumenta si ambos padres tuvieron todas las enfermedades mencionadas, de manera que la probabilidad de que los hijos hereden dichas enfermedades aumenta.

Clima: Los climas fríos suponen un mayor riesgo de padecer dermatitis atópica, al igual que las ciudades con mucha contaminación.

Género: Las mujeres tienen un riesgo ligeramente mayor que los hombres de padecer dermatitis atópica.

¿Como se si mi hijo tiene dermatitis atópica?

Es muy importante que ante cualquiera de los siguientes signos y síntomas consultes a un dermatólogo para que confirme el diagnóstico de la enfermedad. Ya que existen muchas otras enfermedades de la piel que pueden parecerse a la dermatitis atópica.

  • Piel seca que no se hidrata con humectantes convencionales.
  • Comezón, que incluso no dejar dormir a tu hijo por las noches.
  • Enrojecimiento e inflamación de las áreas donde hay comezón, principalmente en cara (mejillas o parpados), cuello, delante de los codos, atrás de las rodillas,  glúteos.
  • Piel engrosada o agrietada.
  • Antecedente de papá, mamá o hermanos con dermatitis atópica, asma o rinitis alérgica.

No se ha encontrado una cura para la dermatitis atópica. Sin embargo, los tratamientos y las medidas de cuidado personal pueden aliviar los síntomas y prevenir nuevos brotes.

Para confirmar si en realidad tu hijo tiene dermatitis atópica, puedes agendar una consulta haciendo click aquí. Te daremos detalles sobre la enfermedad, te enseñaremos los mejores cuidados que debes tener con su piel, e igualmente te mostraremos cual es el tratamiento más adecuado para su caso.

Señales de que tu hijo puede tener piel delicada

La piel posee una barrera protectora natural la cual evita que las bacterias y algunos agentes nocivos penetren en el cuerpo. Esta barrera protectora también limita la pérdida de agua y previene la deshidratación. Todo lo anterior mantiene la piel sana e hidratada, preservando su elasticidad y su firmeza.

Una piel delicada reacciona más que una piel normal, es decir, es hiperreactiva. Experimenta sensaciones como cosquilleo, ardor y comezón, la mayoría de las veces de manera intermitente. Estas sensaciones de incomodidad a veces también van acompañadas de enrojecimiento de la piel.

Algunos estímulos que pueden desencadenar que la piel sea sensible son:

  • El calor o el frío, así como el viento.
  • Productos cosméticos, jabones, cremas humectantes, perfumes.
  • El agua
  • Cierto tipo de ropa
  • Estrés y emociones
  • Algunos alimentos

Todo lo anterior puede debilitar las defensas naturales de la piel haciendo que se sienta áspera y seca, y que finalmente la piel se inflame.

Algunos signos y síntomas que indican que la piel es delicada son:

  • Comezón
  • Ardor
  • Enrojecimiento o erupciones
  • Descamación
  • Hinchazón
  • Aspereza
  • Tirantez

Estos datos pueden aparecer en la cara, los labios, el cuero cabelludo, las manos, los brazos y las piernas, aunque también pueden manifestarse en cualquier otra parte del cuerpo.

Consulta a tu dermatólogo para que identifique los factores que pueden estar ocasionando sensibilidad en la piel de tu hijo, o agenda una cita con nosotros para realizar un diagnóstico y darte los consejos de cuidado de la piel apropiados según su caso.

Fotoprotección. Prevén a futuro el cancer de piel en los niños.

Entendemos por fotoprotección al conjunto de medidas que podemos utilizar con el fin de proteger a la piel de la agresión producida por la exposición a los rayos solares. Incluye medidas físicas de evitación y el uso de fotoprotectores con el objetivo de prevenir posibles daños de la radiación ultravioleta en la piel.

¿Por qué es importante protegernos del sol?

El sol es la principal fuente de radiación, la cual se manifiesta como rayos UVA UVB y UVC. Los primeros son los responsables del envejecimiento de la piel, mientras que los segundos son los responsables de las quemaduras solares y el cáncer de piel. Los rayos UVC son prácticamente bloqueados por la capa de ozono.

Se calcula que al cumplir 18 años, muchos individuos ya han recibido entre 50% y 80% de la radiación a la que se verán expuestos a lo largo de su vida, de esta manera la exposición a los rayos UV durante la infancia aumenta el riesgo de desarrollar melanoma y cáncer de piel no melanoma en la edad adulta.

¿Cómo me protejo del sol?

Existen dos tipos de fotoprotección, la endógena y le exógena, la primera son los mecanismos que nuestra propia piel desarrolla para protegerse del sol, mientras que la protección exógena puede ser mediante medidas físicas o el uso de fotoprotectores.

Medidas físicas

Se recomienda que los menores de seis meses de edad no se expongan al sol sin medidas físicas, ya que no existe ningún filtro solar aprobado para su uso en esta edad.

Evita exponerte al sol en sus “horas pico” que son entre las 10 am y 4 pm.

Siempre busca “estar en la sombrita”, ya sea en parques donde hay árboles, o sombrillas para protegerte del sol.

Ropa y traje de baño adecuados; la tela oscura y de tejido más cerrado (como la mezclilla) protegen mejor del sol. Existe ropa con protección solar (UPF) así como trajes de baño, los cuales se prefiere que sean de manga larga y cuello altos.

Se recomienda utilizar sombreros de ala ancha o con un mínimo de 7cm que cubran la piel cabelluda, la cara, orejas y cuello, de preferencia que sean de tela cerrada o con UPF.

Utiliza Lentes para el sol que tengan protección solar, los cuales existen para todas las edades.

Filtros solares

Los filtros solares pueden ser físicos (también llamados inorgánicos o pantallas minerales) o químicos (orgánicos). Los primeros actúan dispersando los rayos UV y protegen tanto de los rayos UVA como UVB (amplio espectro). Los segundos dispersan y absorben los rayos solares, principalmente los UVB.

El factor de protección solar (FPS) es la medida más utilizada para evaluar la eficacia de los protectores solares. Sin embargo, es un índice que provee información sobre UVB y no sobre UVA. La FDA (Food and Drug Administration) sugiere que se les denomine de acuerdo con el grado de protección que ofrecen, factor de protección solar bajo (2-15), medio (15-30) alto (30-50) o muy alto (50+).

¿Cuál y como utilizarlos?

En el caso de los niños mayores de seis meses de edad y personas de piel delicada  es recomendable que se utilice un filtro solar físico (inorgánico o pantalla mineral) ya que son menos tóxicos, tienen un efecto protector inmediato y son de amplio espectro (UVA y UBV).

El filtro solar debe aplicarse cada dos horas y con más frecuencia si estas en contacto con agua como en una alberca o playa. Ningún filtro solar tiene un efecto mayor de 50 minutos en contacto con el agua.

Debemos aplicar lo equivalente a dos cucharitas pequeñas para toda la superficie corporal de que no cubre el traje de baño.

Es importante también proteger los labios con bálsamos que también contienen filtro solar.

Poniendo el ejemplo.

La mayoría de las campañas de fotoprotección van dirigidas a los niños porque se ha demostrado que estas prácticas deben comenzar lo más temprano posible para hacerlas un hábito, pues los comportamientos que se adquieren en edad temprana tienden a perdurar toda la vida.

Para lograr disminuir la incidencia de cáncer de piel es necesario promover la fotoprotección entre los padres, pero sobre todo entre los niños, mediante campañas educativas que incrementen el conocimiento de estas medidas y que favorezcan cambios en nuestro comportamiento respecto a la exposición al sol. En esta labor educativa los padres, pediatras y dermatólogos tienen un papel fundamental.

Si tienes alguna duda o comentario, te leo en la sección de abajo. ¡Aprovecha este espacio!